Un fantasma persigue a Patricia Mercado, a quien admiro y considero mi amiga y dirigente, el fantasma de la traición a quienes luchan por ella y por sus causas. No tenía siquiera idea de quien o como era Patricia Mercado cuando entrevisté a finales de los noventas, para Canal 40, a un grupo de costureras que llevaba años en una construcción improvisada en San Antonio Abad.
Llevaban más de una década sobreviviendo de maquilas solidarias y esperaban que les diera posesión definitiva de un predio en el que construirían su local sindical. Al final también de ahí las desalojarían pero culparon a Patricia Mercado de abandonarlas. En Mayo de 2006 repartía periódicos en el centro de Tlalpan haciendo proselitismo por Alternativa. Quince de cada 20 personas me lo recibían de buen grado, pero una de las cinco que no, solía preguntarme, ¿es el partido de Patricia Mercado? Para añadir "!Esa señora es una traidora!".
En la revista emequis del 23 de julio de 2007, Pedro Aguirre, desertor de Alternativa, relata como la necesidad de hacer asambleas para obtener su registro, obliga a los partidos a hacer compromisos que le quitan su carácter ciudadano. Lo mismo ocurre ahora que Alternativa pretende corporativizar sus comités de acción política. Existen más que indicios de los intentos de negociar con empresas privadas ligadas al Partido Acción Nacional que se encargarían de llevar a personas necesitadas para formar estos artificiales comités de acción política . Por la otra parte acusan que existe al menos un operador político contratado para este proceso, que le puso una pistola en la cabeza a un militante de Democracia Social y que estaría ligado al PRI. En nombre de la legalidad se aduce la insistencia de que el futuro del Partido sea decidido por el mayor número de CAPs que puedan formar las tribus del partido. De la otra queda claro que este método solo beneficiará a quien tenga más amigos en el PRI Y EN EL PAN, para alquilarles grupos.
En el PRD, como también es de tribus, habrá unos, predominantemente bejaranistas, que jalarán para un lado, mientras que los otros, que son mayoría política en el Distrito Federal, jalarán para el otro. Mientras haya coincidencias programáticas con la izquierda, estas alianzas, como las que se hagan con el PT, Convergencia y políticos que deseen independizarse, son válidas. Lo que no es moral es aliarse con los panistas, que bien pronto aprendieron de las mañas priistas, como lo demuestra la CNC azul, que valiéndose de la miseria campesina armó en San Lázaro organizaciones para recaudar recursos que fueron empleados en la campaña de Felipe Calderón.
El hartazgo por los grandes partidos; la irresponsable polarización e invitación a la discriminación de López Obrador (¿puede haber una palabra más burguesa y decimonónica que espurio? ¿Hay algo más denigrante que !hambreados! como les gritan en el Zócalo a quienes protegen de la invasión a Palacio Nacional, de las personas contratadas por Fernandez Noroña?) solo puede derivar en dos caminos: o que se repita el ciclo violento 1810-1910 en el 2010, o que la gente se convenza ya de que no habrá resultados diferentes si PRI y PAN son las únicas opciones. Por eso despripanizar a Alternativa es el camino menos riesgoso, más pragmático y a la larga más provechoso. Cuando en su carácter de Secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda invitó a la incipiente organización de Alternativa a sumarse a las voces por el desafuero de López Obrador, ni Patricia Mercado ni el propio Ignacio Iris cedieron a la presión.
Esta actitud es la que debe regirnos y más ahora que estamos constituidos Nunca los acuerdos políticos son vergonzosos al interior de una organización política y menos si se trata de que estos representen en partes razonables a todas las corientes que integraron Alternativa. Cegarse a esta posibilidad, hacer de Ricardo Raphael o Gustavo Gordillo los gurús inapelables que definan el futuro de Alternativa, como si antes no hubieran enterrado a México Posible u otras organizaciones políticas, es condenarnos a muerte, cuando esta criatura tiene todo para convertirse en la mejor opción político electoral del Siglo XXI. Declaremos ya nuestra independencia y ¡Viva la Despripanización de Alternativa!
Cordialmente
Ramsés Ancira
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